El gobierno de Kiribati estudia trasladar a toda la población a Fiji.

El cambio climático ha hecho que el gobierno de Kiribati un pequeño Estado Insulares; a iniciado un plan maestro para trasladar a toda su población a una zona de unos 20 kilómetros cuadrados de extensión en la mayor y más montañosa de las islas del archipiélago de Fiji, Viti Levu.

Esta sera la nueva casa para todos los 103 mil kiribatianos en el caso de que se cumplan los fatídicos pronósticos de los expertos, explicó Filimoni Kau, su secretario de Tierras y Recursos Minerales.


El señor Kau reconocer que este es un plan a futuro, sin embargo al finalizar las negociación para la compra del terreno el cual asciende a unos 10 millones de dolares. Se empezara con el plan de trasladar a la población a tierra Fiji

La batalla para impedir el hundimiento de Kiribati, un archipiélago formado por 33 atolones y una isla de coral, es la prioridad de su gobierno.


“Nuestra gente tendrá que ser reasentada cuando las mareas hayan alcanzado nuestros hogares y poblaciones”, anunció el presidente de Kiribati, Anote Tong, en un discurso emitido por la radio y la televisión pública la semana pasada.

Hasta el momento, decenas de personas que vivían en la costa de islotes de Kiribati emigraron ante el negro porvenir que les aguarda y se convirtieron en los primeros refugiados climáticos, un estatus reconocido por Naciones Unidas para los afectados por las consecuencias del calentamiento global.
Kiribati, que se independizó de Gran Bretaña en 1979, está a 2.250 kilómetros de Fiji.

De a poco. En caso de que el acuerdo bilateral con Fiji fructifique, el gobierno de Kiribati no planea trasladar a toda su población “de una sola vez”. 

“Necesitaremos encontrar empleos, no como refugiados sino como inmigrantes con habilidades que ofrecer, gente que tiene un lugar en la comunidad, personas que no sean vistas como ciudadanos de segunda”, declaró Tong.

La desaparición del territorio por la subida del nivel del mar no es el único problema que afronta este país, acuciado también por una progresiva salinización de los acuíferos, vitales para su supervivencia.
La iniciativa del gobierno de Kiribati extraña a pocos lugareños, pues el presidente había comentado varias veces la sensación que sentía cuando, al sobrevolar áreas del Pacífico, veía “grandes masas de tierra que ellos llaman islas abandonadas, pero que a nosotros nos encantaría tener”.

En el caso de que se produzca la venta de tierras, no será la primera transacción de una isla del Pacífico, ya que España cedió a Alemania la soberanía de las Islas Marianas en 1899 a cambio de 25 millones de pesetas de la época.


Desde hace unos cuatro años, Kiribati, un país que vive de los ingresos que generan el turismo y la exportación de pescado y copra (médula del coco), mantiene conversaciones con estados vecinos para sondear la posibilidad de que alberguen parte de su población.

Otras naciones insulares, como las Islas Marshall o Tuvalu, afrontan un problema similar al de Kiribati.