El término "Arquitectura Sustentable" proviene de una derivación del término " Desarrollo Sostenible” el cual fue introducido en el año 1987, en la cumbre de rio de janeiro.
El desarrollo es sustentable cuando satisface las necesidades de la presente generación sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para que satisfagan sus propias necesidades.
El concepto del “Desarrollo Sostenible” tiene tres principios:
• El análisis del ciclo de vida de los materiales;
• El desarrollo del uso de materias primas y energías renovables;
• La reducción de las cantidades de materiales y energía utilizados en la extracción de recursos naturales, su explotación y la destrucción o el reciclajes de los residuos.
El proyectar de forma sustentable también significa crear espacios que sean saludables, viables económicamente y sensibles a las necesidades sociales. Por sí solo, un diseño responsable desde el punto de vista energético es de escaso valor.
Los principios de la construcción sustentable
A medida que aumenta la prosperidad, deseamos más cosas y se incrementa el consumo. Ello conlleva un mayor empleo de recursos naturales, y la consecuente generación de residuos y, finalmente, la producción de CO2.
Los edificios, fundamentales para la vida y el consumo, podrían reducir los efectos ecológicos adversos a través de un mejor diseño. La gran ironía, sin embargo, es que las naciones más avanzadas del mundo son también las que más contaminan.
La industrialización siembra las semillas de su propia destrucción, ya que genera altos niveles de emisiones de carbono que conducen directamente al calentamiento global. La arquitectura por sí sola no puede resolver los problemas ambientales del mundo, pero puede contribuir significativamente a la creación de un hábitat humano más sostenible.
En el mundo, la industria de la construcción es responsable del:
40% de las emisiones de CO2
60% del consumo de materias primas
50% del consumo de agua
35% de los residuos generados